miércoles, 23 de noviembre de 2011

Fraudes científicos.

Una de las definiciones que da la Real Academia Española, la que más exacta es para este tema, define fraude como una acción contraria a la verdad y a la rectitud, que perjudica a la persona contra quien se comete. 
En el mundo de la ciencia, una actividad es fraudulenta:
  • Si se inventan o falsifican los resultados de los experimentos.
  • Si da el caso de plagio.
Hay que saber distinguir entre acción fraudulenta y acción cuestionable. Éstas últimas se dan si se presentan rumores y especulaciones como hechos, se usan procedimientos incorrectos o se piden la aprobación de experimentos éticamente cuestionables después de la realización. 

Éstos son varios ejemplos de fraudes científicos:
·         El hombre de Piltdown.
En 1912, en Inglaterra, apareció un cráneo que, según los científicos, se trataba del eslabón perdido entre el hombre y el mono. El fósil resultó ser la unión de la mandíbula de un orangután, un cráneo humano y dientes de chimpancé algo limados para darles aspecto humano. En 1949 se descubrió el timo. Fueron acusados el médico y el paleoantropólogo Charles Dawson y el autor de Sherlock Holmes, Arthur Conan Doyle. 
·         Mitad ave, mitad dinosaurio.
En los años 90 se encontró un fósil de un dinosaurio con alas, que explicaba el paso de dinosaurios a aves. Es ganó la portada del National Geographic. Pero, tras escanearlo, se descubrió que no era lo que se creía, si no que los huesos pertenecían a un dinosaurio ya hallado, el Microraptor zhaoianus, al que se le habían añadido las alas de un ave, el Yanornis martini.
·         Un sapo con tinta en el cuerpo.
Para demostrar su teoría de que las habilidades se heredan, el biólogo Paul Kammerer habituó a los sapos parteros a reproducirse en el agua. Éstos desarrollaron unas pequeñas espinas para sujetarse mejor a la espalda de la hembra. Kammerer aseguraba que las crías de estos sapos desarrollarían la misma peculiaridad. Un compañero suyo desmintió esta teoría: el biólogo había inyectado tinta china en las patas de los animales.
·         El gran fraude de Cyril Burt.
Cyril Burt fue el científico más importante de Gran Bretaña. Según uno de sus estudios, realizado junto a Conway y Howard, la inteligencia era hereditaria. Para demostrarlo, midió el C.I de varios gemelos idénticos criados en diferentes ambientes y situaciones económicas. Apenas había diferencias entre los hermanos.  Pero cuando publicó su trabajo, se descubrió que sus colaboradores, los que habían hecho el trabajo de campo, sólo existían para Burt, por lo que se investigó su estudio. Los resultados estaban manipulados. Su diario y su correspondencia corroboraban la certeza de que Burt mentía. 


Por Sara Valero Cameo 


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